Radío melancolía: El salto

Buenas noches estimados oyentes. Levamos anclas una vez más par dejarnos llevar por una corriente de sensaciones. Hoy leeremos una carta que nos envía 'capicúa'.

Largo tiempo oyente, primera vez que escribo:

Me pasa con poca frecuencia. Pero cuando sucede realmente me doy cuenta de que no puedo vivir sin él, es mi esencia, lo que hace que mi mundo gire. Vas de cama en cama pensando adónde vas con tu vida, cuando aparecerá alguien que le de sentido.
Y de repente un día, sin que te des cuenta aparece... y el resto del mundo desaparece. Te toca y tiemblas, te susurra al oído y te pone la piel de gallina, te besa... y te derrites.
El amor. Tomas carrerilla y saltas por un precipicio. La caída es rápida pero la sensación es única. Lo das todo gritas y lloras de felicidad al sentir el viento azotando tus mejillas.
Pero nadie te ha dicho que debajo hay suelo, y que se necesitan dos para poder frenar. A mi no me esperaba debajo, salté y no estaba allí. Me llené de magulladuras y heridas. Aún tengo cicatrices.
A pesar de mis heridas logré recuperarme y volver a ponerme en pie. Me costó volver a darle mi confianza, pero hizo todo lo que estuvo en su mano para recuperarla. Incluso por unos segundos llegó a parecer que él daría el gran salto... Yo estaría esperándole debajo.
Pero no saltará nunca. Al menos no por este precipicio. Y el tiempo pasará y lo que fue una llama ardiente se convirtirá en hielo, y lo que fue carne en piedra. El amor desaparecerá, el mundo dejará de girar y mi corazón se parará.

Llorad por mí...porque en 7 días habré muerto.

Radio melancolía

Una voz aterciopelada susurra: ...el fallo más grande pasó por guardar solamente los días más gratos...
Radio melancolía abre sus puertas a los que se refugian en las sombras: poetas, perdidos y villanos. Aquí podréis contarnos vuestras experiencias, sueños y frustraciones, compartir ese trocito de alma que el tiempo y la vida no han conseguido destruir, o incluso abrir la puerta a nuevas reflexiones sobre la vida. Seréis escuchados.
Bienvenidos al tren noctámbulo con destino a ninguna parte. Próxima estación: Tú.

Knowing me, knowing you

"This is where the story ends, this is goodbye"

En un andén solitario, al ritmo de una música melancólica, puedo sentir la brisa, acariciándome, reconfortándome...
Los últimos destellos de la tarde hacen que las nubes se tiñan de fuego y oro, y es esta luz, y los susurros que trae la brisa los que traen a mi cabeza recuerdos llenos de nostalgia, de la gente que he dejado atrás, de risas y llantos, de olores, de primeras impresiones, de despedidas...
Y aunque sé que nunca volverán, no estoy triste, porque siempre habrá una brisa y un atardecer que me los traigan de vuelta.
Hoy empieza un nuevo presente.